Les observó, les miro en silencio.Me miran, sonrien. ¡Bendita inocencia!Cual veloces caballos, corren sin parar de un lado para otro de la casa. Llueve por la mañana, y no podemos salir. Van y vienen, correteando, sin malicia. Suben y bajan del sofá, juntos. Juegan, juntos. ¿se pelean?-pregunta la gente. Pues no! -contestó yo. Han estado juntos desde el dia que nacieron y jamás se han peleado.¡Claro, es que son demasiado pequeños, ya se pelearán,ya!-siguen diciendo. Pero ¿por qué? Es inevitable que dentro de un tiempo, quieran el mismo juguete, o quieran ver algo diferente en la tele, o simplemente ir a sitios diferentes, pero para eso estamos nosotros para negociar, e intemediar, para que eso no ocurra. No inculcarles, odio, ni rencor, simplemente aprender a convivir el uno con el otro. Bastantes palos les dará la vida.
Muy gracioso, también me resulta cuando me dicen si ya les doy alguna que otra zurra! Faltaría más. ¿como voy a hacer daño,yo a mis hijos? Si ellos confian en mí, por completo. Como voy a fallarles, en algo como es la violencia. Desde luego,por ese camino no arreglamos nada. ¡si son tan pequeños!. Puedo hacerles entender con el dialogo, lo que esta bien y lo que esta mal, pero ¿con violencia? NO GRACIAS.
Por cierto, se dan unos besitos, que hay ratos que nos emocionamos. Y seguro que seré la madre más TONTA del mundo,pero pienso asi, ¡que le voy a hacer!.
