Ayer,24 de Diciembre, fue Nochebuena. En la cual, viene Papa Nöel, a traer regalos a los niños pequeños. Y no se le ocurrió otra cosa, a este buen hombre, que a pesar del frio que hacía y del trabajo que tenia, tocarnos la puerta de casa, y entrar personalmente los regalos. ¡como no tenemos chimenea, pues ale, por la puerta de casa! Sobre las 7, ni corto ni perezoso, entro a nuestro hogar, y entregó personalmente los regalos de Luis y de Rocío. Luís, dentro de lo que cabe, aún lo recibió con dos besos, y recogió sus regalos, pero Rocío, nada más verlo entrar, echó a correr, y no se detuvo ni un instante, hasta que se escondió detrás del sofá. No había manera,de que saliera un momento a saludarle, ni a recoger sus regalos. Yo personalmente, creo que le asustó un poco la barba que llevaba. ¿no se la podía recortar, un poco? Vamos digo yo. Pues eso, nos dijo que tenia muchisimo trabajo y que se marchaba. Y ahí nos quedamos, jugando con los regalos y cantando villancicos, hasta la hora de cenar. La cena que preparamos fue exquisita. Saboreamos unos entrantes y un buen marisco, sin olvidarnos de los dulces navideños, que tanto nos acompañan estas fechas. El día de hoy, ha transcurrido en Paz y Armonía, disfrutando de una buena comida y una buena compañia.
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